No se tarda mucho en elaborar alguna crisis que pueda dañar la economía global.
La desaceleración de China, la creciente deuda de los mercados emergentes, la inestabilidad política en el Medio Oriente y la ruptura de la Unión Europea plantean serios riesgos.
Pero ninguna de esas preocupaciones se compara con el peligro real, según Joe Quinlan, estratega del US Trust de Bank of America Merrill Lynch.
Él escribió (énfasis agregado):
Todos ellos representan incógnitas conocidas, o externalidades ya reconocidas y descartadas por los mercados de capitales. Esa es la buena noticia. Las malas noticias: Ninguno de los peligros que acabamos de mencionar son tan remotamente tan amenazantes para la economía global como los riesgos del cambio climático relacionados con el agua., una dinámica poco entendida por los inversores.
Quinlan cree que el cambio climático disminuirá la oferta de agua disponible no solo para el consumo humano, sino también para uso industrial a niveles peligrosamente bajos. Sin agua, que él llama el "elemento vital de la economía global", será imposible que las economías funcionen, desde el costo humano hasta el simple hecho de que muchas industrias consumen mucha agua.
Citó un informe del Banco Mundial eso establece cuán grave es la situación: 1.6 mil millones de personas podrían estar sujetas a una grave escasez de agua dentro de 20 años, mientras que la demanda mundial de agua podría dispararse hasta 50% por 2050. Según la estimación del Banco Mundial, la demanda de agua industrial podría aumentar 50% a 70% en 2050.
La difícil situación del agua en India durante los últimos dos años es el ejemplo perfecto de esta tendencia, según Quinlan. Aquí está su desglose (énfasis agregado):
Nada menos que India, el nuevo campeón del crecimiento de la economía mundial, se encuentra en las garras de una sequía de dos años que amenaza el sustento económico de más de 300 millones de personas. Debido a que los niveles de agua en los 91 embalses de India están en sus niveles más bajos en décadas, la producción agrícola ha disminuido, mientras que la generación de electricidad se ha desplomado. Las presas están sedientas, las fábricas funcionan por debajo de su capacidad y la falta de agua potable ha puesto en riesgo la salud de millones de personas. Las guerras por el agua han estallado entre estados, lo que ha hecho que la crisis sea aún más aguda para el gobierno nacional. Si sumamos todo, el mercado emergente más fuerte del mundo se verá afectado por una crisis del agua inducida por el clima.