Algunas ideas culturales son como los virus. Una noción nociva comienza en un lugar y pronto se propaga como una plaga cultural.
Es por eso que la propuesta de Rotterdam de someter a algunas mujeres a anticoncepción obligatoria está tan mal y preocupante. De la historia en El Independiente:
El ayuntamiento de Rotterdam ha pedido a las madres, consideradas incapaces de criar hijos, que reciban anticonceptivos obligatorios por orden judicial.
El consejo holandés ha lanzado una campaña de anticoncepción voluntaria para mujeres 160 que se cree que están en riesgo debido a dificultades de aprendizaje, problemas psicológicos o adicción, informa nrc.nl.
El concejal responsable del bienestar de la juventud, Hugo De Jonge, ha pedido que se otorgue a los jueces el poder de obligar a las "madres incompetentes" a utilizar métodos anticonceptivos como la colocación de la bobina.
Obligar a las personas que no han cometido ningún delito a tomar medicamentos o someterse a un procedimiento médico, no para su beneficio sino para cumplir un propósito social percibido, es una tiranía. De hecho, recuerdo el “tratamiento” forzoso de salud mental al que los disidentes soviéticos fueron infamemente sometidos.
La idea está impregnada de eugenesia. Solo a las personas que están “en forma”, según lo determinen los que están en el poder, se les debe permitir tener bebés.
La tecnocracia siempre conduce a impulsos autoritarios. Siempre.