Los padres deben recibir consejos oficiales advirtiéndoles que no les den teléfonos inteligentes a sus hijos antes de que lleguen a la escuela secundaria, advirtió un destacado psiquiatra.
El Dr. Jon Goldin afirmó que los padres se ven obligados a comprar los dispositivos para sus hijos pequeños para que no se queden fuera de la escuela.
El vicepresidente del Royal College of Psychologists dijo que la orientación del gobierno sobre cuándo dar teléfonos inteligentes a los niños ayudaría a los padres a mantenerse firmes.
En declaraciones al Daily Telegraph, dijo: 'Los niños a menudo le dicen a sus padres: "Todos mis amigos están [recibiendo teléfonos] y ustedes no me permiten hacer eso".
"No creo que podamos legislar [para restringirlo a 11], pero esta guía respaldaría a los padres cuando tenían conversaciones con sus hijos de 10". El Dr. Goldin también pidió al gobierno que recomiende que los niños bajo 11 se limiten a dos horas al día en las redes sociales.
Dijo que las redes sociales hacen que los niños estén ansiosos y deprimidos, y el tiempo que pasan en línea puede dejarlos vulnerables al ciberacoso.
El psiquiatra llamó a los gigantes de las redes sociales como Facebook y Twitter para que sea más difícil para los jóvenes mentir acerca de su edad y crear cuentas antes de convertirse en 13.
Los comentarios del Dr. Goldin se adelantan a la publicación de un informe del Royal College of Psychiatrists, que evalúa el daño causado por los niños que pasan demasiado tiempo en línea.
Se cree que casi cuatro de cada diez niños de entre ocho y 11 tienen un teléfono inteligente.
Pero más del 40 por ciento de los padres cree que a los jóvenes menores de 16 se les debería prohibir la posesión de los dispositivos, según una encuesta del Priorato.
La encuesta también reveló que el 67 por ciento de los padres quería que el gobierno decidiera qué edad debería tener un niño antes de recibir un teléfono inteligente.
De los padres de 1,000 encuestados, el centro de rehabilitación descubrió que el 92 por ciento pensaba que Internet estaba afectando a sus hijos de manera negativa.
A algunos les preocupaba que la adicción a los teléfonos inteligentes de sus hijos afectara su sueño, mientras que otros pensaban que el tiempo que pasaban en línea disminuía la autoestima de sus hijos.
La advertencia del Dr. Goldin llega un día después de que un informe importante revelara que el adulto promedio mira su teléfono móvil cada 12 minutos.