Realidad virtual, realidad aumentada, realidad inmersiva, realidad mixta y realidad finalmente fusionada ... Bienvenido al mundo de las capas digitales, inundado de tecnologías de vanguardia que en su mayoría funcionan con hardware bastante tonto y torpe, pero realmente fascinante.
La industria de la realidad digital está explotando, y los titanes tecnológicos están en una carrera armamentista para hacerse un hueco en el sector, ganar derechos de fanfarronear para los dispositivos más elegantes que impulsarán futuras valoraciones de miles de millones de dólares.
La realidad virtual y la realidad aumentada han estado generando más expectación, aunque el usuario promedio puede tener dificultades para distinguir uno del otro. Eso no es sorprendente cuando los medios, y a veces los mismos innovadores, tienden a usar los dos términos indistintamente. Pero cuando se trata de realidades alternativas, o emergerá una para redefinir la existencia, o los dos líderes se fusionarán para convertirse en una realidad aún mayor.
Realidades digitales similares, diferentes tecnologías
VR y AR son dos caras de la misma moneda, aunque tienen capacidades significativamente diferentes.
La realidad virtual es el abuelo de nuestra realidad alternativa, con los primeros dispositivos de realidad virtual que se remontan a la era de la Máscara de Telesfera montada en la cabeza.
Intentos mucho más antiguos de VR se habían hecho en forma de murales de grado 360.
Y ejemplos modernos de dispositivos de realidad virtual incluyen Oculus VR, Samsung GearVR y HTC Vive.
AR ha sido más lento en los bloques, principalmente porque la tecnología subyacente requiere un ajuste más preciso para cosas como controladores de movimiento, sensores de profundidad y cámaras para una experiencia de usuario realmente increíble.
El nuevo ARKit de Apple, los HoloLens de Microsoft, las gafas Snap, Google Cardboard y las próximas gafas AR de Magic Leap pertenecen al campo de AR.
La realidad virtual es una experiencia totalmente inmersiva que excluye completamente el mundo exterior al crear un entorno virtual para que el usuario pueda habitar. Las experiencias de realidad virtual pueden ser totalmente geniales, pero carecen de una sensación del mundo real porque implican poca o ninguna aportación sensorial del usuario o su entorno.
AR, por otro lado, funciona mapeando el mundo real y luego colocando objetos virtuales encima. El mundo real se convierte en el telón de fondo del entorno AR que el usuario puede controlar. AR, a diferencia de la realidad virtual, es como una pintura a medio completar que le permite agregar sus propios detalles.
Otra diferencia significativa es el hardware. La realidad virtual se basa principalmente en esas pantallas montadas en la cabeza (HMD) imperdibles, mientras que los dispositivos AR utilizan principalmente cámaras de teléfonos inteligentes como su portal.