Taylor Swift realizó un concierto en el Rose Bowl de California en mayo pasado que fue monitoreado por un sistema de reconocimiento facial. ¿El objetivo del sistema? Cientos de acosadores de Swift.
El sistema de reconocimiento facial de Swift se incorporó a un quiosco que mostraba los aspectos más destacados de sus ensayos, que registraban en secreto las caras de los espectadores. Según Rolling Stone, que habló con un experto en seguridad de conciertos que observó el quiosco, los asistentes que miraron el quiosco fueron escaneados de inmediato. Posteriormente, los datos se enviaron a un "puesto de mando" en Nashville, Tennessee, que intentó hacer coincidir cientos de imágenes con una base de datos de sus acosadores conocidos.
Los artistas estadounidenses no han sido publicitados previamente por usar tecnología de reconocimiento facial en sus conciertos. Sin embargo, la legalidad de hacerlo está del lado del artista: un concierto es técnicamente un evento privado, por lo tanto, los organizadores del evento pueden someter a los asistentes al concierto a casi cualquier tipo de vigilancia.
Las medidas de seguridad tomadas para el evento de Swift podrían considerarse extremas, pero no es la primera vez que se usa el reconocimiento facial para vigilar a los asistentes no deseados.
En abril pasado, la policía china arrestó a un sospechoso de 31 de años que se escondió entre casi 60,000 personas durante un concierto en el centro deportivo internacional de Nanchang. Esto fue posible gracias a las primeras etapas del propio sistema de monitoreo "Xue Liang" u "Sharp Eyes" de China, que se encargará de monitorear los movimientos de sus ciudadanos.