Los escáneres se colocarán fuera de las tiendas, desde Pret a Manger hasta Aldi, para rastrear a las personas a través de las señales wifi de sus teléfonos inteligentes.
Se usarán mil sensores para medir los números que pasan o entran, conocidos como pisadas.
La idea es que la información podría ayudar a revivir las calles moribundas amenazadas por el aumento de las compras por internet.
Podría conducir a cambios en los horarios de los autobuses para facilitar las visitas de compras o identificar los momentos del día en que el estacionamiento gratuito ayudaría a los minoristas. En teoría, incluso podría usarse para decidir que algunos centros urbanos están más allá del ahorro.
Pero la idea de que los compradores serán rastreados a través de las señales wifi de sus teléfonos es controvertida. Muchos se oponen al surgimiento de la sociedad de vigilancia a través de cámaras CCTV, reconocimiento automático de matrículas y teléfonos inteligentes.
El grupo de campaña Big Brother Watch advirtió que muchas personas no se dan cuenta de que están siendo escaneadas de esta manera y que tales sistemas de vigilancia están abiertos al abuso.
Sin embargo, el equipo que ejecuta el proyecto insiste en que toda la información se hará anónima, eliminando cualquier posibilidad de que los datos se vinculen a un individuo específico. Y los compradores pueden optar por optar por desactivar las señales wifi en sus teléfonos.
El Proyecto SmartStreetSensor está financiado por el Consejo de Investigación Económica y Social del Gobierno.
Los minoristas hasta ahora inscritos para participar incluyen Pret a Manger, Aldi, Oxfam, Pizza Hut, Superdrug, Thorntons, Dixons Carphone, Patisserie Valerie, Jack Wills, Tortilla, The Entertainer, Eurochange, Itsu y Ed's Easy Diner.
Los sensores 1,000 que se colocarán en los pueblos y ciudades 81 de todo el país se han desarrollado en una asociación entre Local Data Company (LDC), que rastrea la salud de las calles principales, y University College London.
Los datos de LDC muestran que las principales cadenas cerraron las tiendas 1,043 en 2015, mientras que los comerciantes independientes abrieron 593.