Programa de vigilancia secreta en TSA rastrea viajeros regulares como terroristas

¡Por favor comparta esta historia!
El Departamento de Seguridad Nacional que dirige la TSA hace mucho tiempo que se ha vuelto rebelde y está pisoteando los derechos constitucionales de los ciudadanos estadounidenses bajo la Cuarta Enmienda. Incluso los propios alguaciles federales del aire cuestionan la legalidad de sus acciones. Un estado policial es necesario para que la tecnocracia se implemente plenamente porque los ciudadanos nunca lo tolerarían de otra manera. ⁃ Editor TN

Los comisarios aéreos federales han comenzado a seguir a ciudadanos estadounidenses comunes que no son sospechosos de un delito o en ninguna lista de vigilancia de terroristas y a recopilar información extensa sobre sus movimientos y comportamiento bajo un nuevo programa de vigilancia nacional que está generando críticas dentro de la agencia.

El programa previamente no revelado, llamado "Cielos silenciosos", se dirige específicamente a los viajeros que "no están siendo investigados por ninguna agencia y no están en la Base de Datos de Detección de Terroristas", según un boletín de la Administración de Seguridad del Transporte en marzo.

El boletín interno describe el objetivo del programa como frustrar las amenazas a los aviones comerciales "planteados por terroristas desconocidos o parcialmente conocidos", y le da a la agencia una amplia discreción sobre los viajeros aéreos en los que enfocarse y qué tan cerca son rastreados.

Pero algunos comisarios aéreos, en entrevistas y comunicaciones internas compartidas con el Globe, dicen que el programa les ha encomendado la tarea de seguir a los viajeros que parecen no representar una amenaza real: en un caso, una mujer de negocios que pasó por un punto caliente de Medio Oriente; un auxiliar de vuelo de Southwest Airlines, en otro; un compañero oficial de la ley federal, en un tercero.

Dicen que es una tarea costosa y que consume mucho tiempo, lo que mina su capacidad de hacer un trabajo de aplicación de la ley más vital.

Los funcionarios de la TSA, en una declaración escrita al Globe, defendieron ampliamente los esfuerzos de la agencia para disuadir posibles actos de terror. Pero la agencia se negó a discutir si Quiet Skies ha interceptado alguna amenaza, o incluso a confirmar que el programa existe.

La divulgación de dicha información "haría a los pasajeros menos seguros", dijo el portavoz James Gregory en el comunicado.

Ya bajo Cielos Silenciosos, miles de estadounidenses desprevenidos han sido sometidos a vigilancia selectiva en aeropuertos y aviones, llevada a cabo por pequeños equipos de mariscales aéreos encubiertos y armados, según muestran los documentos del gobierno. Los equipos documentan si los pasajeros se inquietan, usan una computadora, tienen un "salto" en su manzana de Adán o una "mirada penetrante fría", entre otros comportamientos, según los registros.

Los comisarios aéreos toman nota de estas observaciones, minuto a minuto, en dos informes separados y envían esta información a la TSA.

Todos los ciudadanos estadounidenses que ingresan al país son seleccionados automáticamente para su inclusión en Quiet Skies: sus patrones de viaje y afiliaciones se verifican y sus nombres se comparan con una lista de vigilancia terrorista y otras bases de datos, según documentos de la agencia.

Lea la historia completa aquí ...

Suscríbete
Notificar de
invitado

0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios