Los robots son idiotas.
Eso está de acuerdo con los humanos desmoralizados que jugaron contra las máquinas por dinero en un reciente experimento dirigido por la Universidad de Cornell que arroja luz sobre lo que puede suceder con el impulso de los trabajadores en un lugar de trabajo cada vez más automatizado.
Cuando los humanos compitieron sin éxito contra un brazo robótico por premios en efectivo, los participantes terminaron viéndose a sí mismos como menos competentes, no se esforzaron tanto y tendieron a no gustarles los apéndices automatizados que los superaron, encontraron los investigadores.
"Me sentí muy estresado compitiendo con el robot", admitió un participante. "En algunas rondas, seguía viendo que la puntuación del robot aumentaba por el rabillo del ojo, lo cual era extremadamente estresante [sic]".
Otro dijo en "algunas rondas que el robot iría más lento y fue entonces cuando comencé a ir más rápido".
"Era obvio cuando el robot me estaba" yendo fácil ", según otra persona.
La tarea consistía en contar con qué frecuencia se mostraba la letra G en una lista de caracteres, y luego colocar el número correspondiente de bloques en un contenedor. Los premios se otorgaron a través de un sistema de lotería vinculado a los puntajes humanos y de robots, para que el jugador con mejores puntajes tuviera mejores probabilidades de ganar.
En general, los investigadores de la Universidad de Cornell y la Universidad Hebrea de Jerusalén determinaron que a las personas involucradas en 61 "les gustaba más un robot de competencia de bajo rendimiento que uno de alto rendimiento, aunque consideraban que este último era más competente".
El estudio fue el primero en reunir expertos en economía del comportamiento y robótica para ver cómo el rendimiento de una máquina influye en las reacciones de los humanos que compiten junto al robot. El estudio señaló que utilizaba una WidowX Mark II lista para usar como competidor mecanizado. Dijeron que los resultados respaldaron las teorías económicas conductuales de la "aversión a la pérdida", donde la gente afloja sus esfuerzos ante la derrota.
Si bien los participantes podrían haber estado contando letras y poniendo bloques en contenedores, una tarea que los investigadores reconocieron que era "tediosa", dijeron que los hallazgos tienen serias implicaciones.
Los seres humanos han evolucionado para trabajar, obtener respeto por sí mismos e identidad a través del trabajo, y no están mentalmente sanos a menos que tengan un trabajo en el que puedan ser competentes y que contribuya al respeto por sí mismos. Competir por puestos de trabajo con robots es un predictor seguro de la pérdida de la identidad humana y la autoestima.
Los robots del Gran Reinicio se están preparando para un mundo despoblado dirigido y en beneficio de las élites geopolíticas gobernantes.