El informe Freedom on the Net 2018 encontró que la propaganda y la desinformación en línea han "envenenado" cada vez más el espacio digital, mientras que la recopilación desenfrenada de datos personales está infringiendo la privacidad.
“Las democracias están luchando en la era digital, mientras que China está exportando su modelo de censura y vigilancia para controlar la información tanto dentro como fuera de sus fronteras”, dijo Michael Abramowitz, presidente de Freedom House.
"Este patrón representa una amenaza para la Internet abierta y pone en peligro las perspectivas de una mayor democracia en todo el mundo".
Funcionarios chinos han celebrado sesiones sobre el control de información con 36 de los países evaluados por 65 y han proporcionado equipos de telecomunicaciones y vigilancia a varios gobiernos extranjeros, dijo Freedom House.
Las acusaciones hechas por Freedom House son "sin fundamento, poco profesionales, irresponsables y tienen motivos ocultos", dijo el portavoz oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, en una conferencia de prensa regular en Beijing el jueves.
El ciberespacio es complejo, agregó, y requiere que "la comunidad global, incluidos los gobiernos, las empresas, los grupos de expertos y los medios de comunicación, adopten una actitud constructiva para mantenerlo".
El informe encontró que 17 gobiernos aprobaron o propusieron leyes que restringen los medios en línea en nombre de la lucha contra las “noticias falsas”, mientras que 18 países aumentaron la vigilancia o debilitaron la protección de cifrado para monitorear más de cerca a su ciudadanía.
Según los investigadores, la libertad de internet disminuyó en los países 26 desde junio 2017 hasta mayo 2018. Se observaron ganancias en los países 19, la mayoría de ellos menores.
- La 'tecno-distopía' de China -
Una de las mayores amenazas, dijo Freedom House, son los esfuerzos de China para rehacer el mundo digital en su imagen “tecno-distópica”.
Citó un requisito generalizado de ciberseguridad de China de que las empresas locales y extranjeras "detengan inmediatamente la transmisión" de contenido prohibido y las obliga a garantizar que los datos de los usuarios chinos se alojen en el país.
A esto le siguieron "cientos" de nuevas directivas sobre lo que las personas pueden y no pueden hacer en línea, y controles más estrictos sobre el uso de VPN para evadir la detección.
El informe dice que los documentos filtrados y otras pruebas sugieren que hasta un millón de musulmanes pueden ser retenidos en campos de internamiento en Xinjiang, muchos como resultado de actividades en línea no violentas.
China parece estar utilizando sus grandes empresas tecnológicas involucradas en la infraestructura de telecomunicaciones para ampliar su dominio y obtener una ventaja en la vigilancia, según Freedom House.
Empresas como Huawei, en gran parte prohibidas en contratos en EE. UU. Y Australia, están construyendo infraestructura en muchas partes del mundo, incluidas África y América Latina, según el presidente de la junta de Freedom House, Michael Chertoff, exsecretario de seguridad nacional de EE. UU.
Puedes llorar todo lo que quieras. Desde fuera, parece que el gobierno chino tiene buenas razones para hacer lo que hace.
La crítica en China no está prohibida, simplemente no debes mentir y debes criticar la función no atacar a ninguna persona, que es la forma gramaticalmente correcta de hacerlo.
Por supuesto, esto no se ajusta al doble rasero de Occidente.