Hay un cambio de guardia en el Banco de acuerdos internacionales, la organización poco conocida pero influyente que se encuentra en el corazón del sistema financiero mundial.
Agustín Carstens, ex director del Banco Central de México, sucederá a Jaime Caruana como gerente general el viernes. Está a cargo de una institución que se destaca, en una era de creciente transparencia y creciente desilusión con las élites, como un bastión de la tecnocracia global.
La sede del BPI se eleva sobre Basilea como una pila de monedas de cobre de 70 metros, que sirve como casa club para los banqueros centrales y los creadores de normas financieras del mundo. Los gustos de Mario Draghi, Janet Yellen y Mark Carney realizan reuniones confidenciales allí con colegas de todo el mundo.
"Tal vez si no existiera, no lo inventarías ahora, pero juega un papel importante en el mundo de la banca central", dijo Charlie Bean, ex vicegobernador del Banco de Inglaterra, coautor de un informe sobre la La investigación de BIS el año pasado. "Es el pegamento que ayuda a mantener unida a la fraternidad".
[the_ad id = "11018 ″]Eso no ha impedido que el BPI, propiedad de los bancos centrales y fundado en 1930, desafíe la ortodoxia económica de sus propios miembros. Por 2003, William White, entonces asesor económico, y su colega Claudio Borio estaban presionando por un ajuste preventivo de la política monetaria para evitar burbujas de activos peligrosas, una visión contraria que parecía premonitoria durante la crisis financiera.
Se sigue tocando ese tambor incluso cuando los bancos centrales de los EE. UU., Europa y Japón redujeron las tasas de interés a niveles récord y lanzaron programas de compra de bonos sin precedentes para evitar la deflación. Borio, ahora jefe del departamento monetario y económico del BPI, argumentó en un discurso de septiembre que los banqueros centrales pueden estar subestimando los efectos "generalmente benignos" de la globalización y la tecnología en la inflación, y deberían repensar su respuesta a las tendencias deflacionarias.