Los robots han mantenido seguros a los agentes de policía durante años desechando bombas y ayudando en situaciones de rehenes, pero un rápido aumento de la tecnología podría desencadenar una revolución de robots en la próxima década.
Los robots ya están siendo armados: en 2014, una compañía sudafricana comenzó a vender drones que podían disparar bolas de pimienta 80 por segundo, y la policía de Dakota del Norte recibió autorización para usar un tipo de dron que está armado con gases lacrimógenos y Tasers. El uso de Tasers por parte de la policía, están diseñados para ser no letales pero pueden provocar un paro cardíaco, mató a estadounidenses 540 de 2001 a 2013, según Amnistía Internacional. En este momento, esta tecnología requiere un operador para controlar de forma remota los robots y las armas. Pero los militares israelíes ya están utilizando robots armados autónomos para patrullar las fronteras de esa nación, y una compañía de Texas ha creado un avión no tripulado para volar sobre propiedad privada y, sin instrucción humana, disparar un dardo Taser para mantener a un intruso potencial en estado de shock hasta que el Llegan las autoridades. Imagine una convergencia en tecnología que también les da a estos robots la capacidad de reconocimiento facial. Dadas las circunstancias correctas, como una amenaza terrorista, estos robots podrían desplegarse en grandes cantidades para proteger a los ciudadanos.