Incluso aquellos de nosotros que tenemos la suerte de tener un buen seguro de salud a menudo posponemos ver a un médico cuando probablemente deberíamos. A menudo es simplemente una cuestión de logística. Sentimos que no podemos tomar el tiempo libre del trabajo, organizar el transporte u obtener cuidado de niños para hacer el viaje.
Pero, ¿y si el médico viene contigo? En un coche autónomo.
Esa es la idea detrás Objetivo, un nuevo concepto de la firma de diseño con sede en Seattle Artefacto. Aim es un nuevo concepto para el cuidado de la salud, construido desde cero, uno en el que no tener que preocuparse si o no su seguro cubre una resonancia magnética o podría averiguar instantáneamente si ese medicamento costoso y que paga de su bolsillo realmente aliviará su dolor de espalda crónico. "El objetivo consiste en crear un entorno o un sistema en el que se puedan producir resultados de salud más positivos", dice Matthew Jordan, director creativo ejecutivo de Artefact. "Más compromiso con los pacientes, tecnología con los médicos y transparencia desde un punto de vista de valor económico".
Aim imagina un futuro cercano en el que la atención médica no es un destino, una visita al hospital, sino una atención continua. Comienza en su baño, con un espejo inteligente, un cepillo de dientes y un inodoro que pueden realizar un seguimiento de sus signos vitales, como un Fitbit más avanzado. Si hay un problema, el siguiente paso es un automóvil médico autónomo, enviado a su hogar o lugar de trabajo, que lo autodirige para realizar más pruebas. Y solo si es médicamente necesario, deberá consultar a un médico. Un médico que, dicho sea de paso, tendrá un asistente de inteligencia artificial que ha escaneado lo que pueden ser años de sus líneas de tendencia de diagnóstico, en comparación con las de sus pares, para pre-sugerir diagnósticos y tratamientos.
[the_ad id = "11018 ″]Para cualquiera que siga el sector sanitario en evolución, muchas de estas ideas le resultarán familiares. Sus mucho tiempo postulado que los wearables, que recopilan nuestros datos, podrían ayudar a los médicos a ver tendencias que de otro modo se perderían en el único punto de datos que podrían ver sobre usted, durante una visita, en un año determinado, si solo nuestros médicos ya no se ahogaban en datos mal organizados.
Pero la parte más radical del concepto es el auto sin conductor. Lo que puede parecer un truco es en realidad un espacio cuidadosamente diseñado. "El vehículo proporciona un espacio intermedio", dice Jordan. Es como una clínica CVS Minute Clinic sobre ruedas, con un paciente autodirigido sobre qué hacer a continuación a través del software, lo que reduce los costos de personal detrás de las mediciones de rutina que las enfermeras suelen reunir. "Puede tomar el modelo de un paciente que va a Walgreens y hace el manguito de presión automatizado", dice Jordan.
El piso te pesa automáticamente cuando entras. Su sensibilidad a la presión puede medir el IMC y la postura también. La silla tiene sensores acústicos incorporados, que escuchan su respiración como un estetoscopio. Y una pantalla envolvente proporciona interacciones de realidad aumentada para guiar al paciente a través de la experiencia. Incluso se les puede pedir que señalen literalmente dónde les duele.