PARIS - El presidente Obama se unió a los líderes de las naciones 150 el lunes en una promesa de acción contra el cambio climático, iniciando una reunión histórica de dos semanas que Obama llamó un "punto de inflexión" en la batalla contra una de las amenazas más graves de la humanidad.
Los jefes de estado de las potencias industriales y las pequeñas naciones isleñas se reunieron en un centro de conferencias fuertemente vigilado al norte de París, donde los negociadores esperan forjar un tratado para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas al calentamiento del planeta.
Obama, hablando a pocos kilómetros del sitio del ataque terrorista 13 de noviembre en la capital francesa, pidió medidas urgentes contra un desafío que sugirió que era mayor incluso que la lucha contra el terrorismo.
"La creciente amenaza del cambio climático podría definir los contornos de este siglo más dramáticamente que cualquier otro", dijo Obama en un discurso en el centro de conferencias Le Bourget en las afueras industriales de París. "Lo que debería darnos la esperanza de que este es un punto de inflexión, que este es el momento en que finalmente determinamos que salvaríamos nuestro planeta".
Obama, quien ha apostado su legado en la lucha contra el cambio climático, dio un tono ominoso al describir los estragos de un planeta en calentamiento, declarando que "ninguna nación grande o pequeña, rica o pobre, es inmune". Instó a los líderes a tomar acción incluso si los beneficios no fueron evidentes por generaciones.
Citando a Martin Luther King Jr., advirtió que "hay tal cosa como llegar demasiado tarde".
Los comentarios llegaron durante un día de fanfarria ceremonial, así como un progreso sustancial en la organización de recursos para acelerar el cambio a una energía más limpia. Funcionarios estadounidenses anunciaron formalmente la formación de una iniciativa de la nación 20 para estimular la financiación de la investigación energética, junto con una empresa similar liderada por el cofundador de Microsoft Bill Gates y 27 de los inversores privados más ricos del mundo.
Pero también hubo signos de discordia cuando los negociadores se prepararon para regatear los detalles de un tratado complejo que requiere que todas las naciones, incluso las más pobres, contribuyan a reducir la contaminación de gases de efecto invernadero. Algunos países en desarrollo han insistido en compensar el daño económico y ambiental derivado de décadas de emisiones industriales que provienen principalmente de las potencias industriales occidentales.
El canciller francés, Laurent Fabius, abrió la conferencia llamando a todos los gobiernos a respaldar un tratado ambicioso.
"Hay mucho en juego y la amenaza del cambio climático es demasiado grande para que nos contentemos con un acuerdo minimalista", dijo.