En octubre 2016, en el Foro Urbano Mundial 8 en Quito, Ecuador, Hábitat de la ONUlanzó su tercer ciclo de planificación con Hábitat III, ahora conocido como el Nuevo Programa Urbano. La agenda define el trabajo de la comunidad urbana global hasta 2036, momento en el cual la humanidad estará en camino hacia una población estimada de 2050 de 10 mil millones, dos tercios de los cuales serán habitantes urbanos. La Nueva Agenda Urbana estableció un plan ambicioso y ambicioso sobre cómo el mundo manejará el proceso intensificado de lo que el filósofo francés Henri Lefebvre, escribiendo en 1970, denominó "urbanización planetaria."
Hábitat III fue parte de un proceso más amplio dentro de la comunidad de expertos y profesionales que trabajaban en los grandes problemas de 21st siglo: cambio climático, transición energética, inseguridad alimentaria y del agua, cambios demográficos (crecimiento, envejecimiento y urbanización), pandemias, degradación ecológica, estrés económico e inestabilidad política, entre otros. Antes de Hábitat III, sus ambiciones constituían lo que se conoce como la agenda de desarrollo posterior a 2015. El año 2015 fue significativo porque marcó la renovación y el refuerzo de varias agendas de desarrollo clave. El primero fue la plataforma de reducción de riesgo de desastres reelaborada de la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para el Socorro en Desastres, el 2015 Marco de Sendai, Seguido por el Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en septiembre 2015, el Acuerdo Climático de París en diciembre 2015 y, en última instancia, Hábitat III en octubre 2016.
Replicar estructuras de poder
Muchos ven la Nueva Agenda Urbana como la clave de la capacidad de la humanidad para capear una tormenta perfecta de crisis mundiales. Como la hoja de ruta para sobrevivir al 21st siglo, conlleva una carga inmensa, y aquellos que trabajan para hacer su visión inclusiva y sostenible, El urbanismo una realidad debe contemplar una amplia gama de problemas perversos. Sin embargo, en Quito se hizo evidente para muchos observadores que la Nueva Agenda Urbana tenía una ambición de una milla de ancho, pero ni siquiera una pulgada de profundidad con planes concretos para su implementación. Sesión tras sesión aplazó el tedio de la acción sustantiva al insistir en que el trabajo por delante consistiría en descubrir cómo implementar las finas palabras del documento. Ese trabajo se llevaría a cabo en Kuala Lumpur, en el Foro Urbano Mundial 9 en febrero 2018.
La tarea del foro era descubrir cómo implementar la Nueva Agenda Urbana. El foro se centró en los ODS, especialmente objetivo 11, cuyo objetivo es "hacer que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles". Fue un enfoque apropiado para una reunión de expertos y profesionales del desarrollo humano comprometidos con la ciudad del mundo, proporcionando un lugar para comparar notas, promover las mejores prácticas y la red. Esto, sin embargo, no es la historia completa.
El punto de vista plausible, aunque escéptico, es que el Foro Urbano Mundial 9 trataba de reproducir una agenda de desarrollo profundamente arraigada en los valores del Consenso de Washington de liberalización del mercado y mercantilización institucional. La presencia de expertos que aparentemente controlan el conocimiento detrás de la agenda agregó una pizca de legitimidad. los programa contó con una vertiginosa variedad de talleres que tenían la narrativa común de "escuchar a la audiencia" y fomentar el "desarrollo participativo". Sin embargo, el contenido y muchos de los mensajes parecían ser impulsados por los donantes o los mandatos de las subvenciones. Quedaban deseosos, en muchos casos, de quienes llegaron a aprender algo práctico: cómo proporcionar agua en asentamientos informales, cómo prepararse para el cambio climático o cómo mejorar la eliminación de desechos.
Muchas sesiones tenían una atmósfera neocolonial como representantes de la minoría mundial privilegiada - jefes de agencias, ONG, institutos de investigación, programas de posgrado, corporaciones e instituciones financieras - sesiones presididas y tiempo de conversación monopolizado. Fue una escena que recuerda profundamente el proceso de desarrollo global del último medio siglo.
Ciudades inteligentes
Un nuevo desarrollo en el Foro Urbano Mundial 9 fue la aparición de ciudades inteligentescomo una meta narrativa para la implementación de la Nueva Agenda Urbana. El foro presentó una proliferación de sesiones sobre tecnologías de ciudades inteligentes, los oradores plenarios descartaron el término como el estándar de oro en la planificación urbana sostenible e inclusiva, y muchos puestos de exhibición presentaron declaraciones estridentes sobre la intersección de lo verde, lo inteligente y lo inclusivo, todo apuntalado por la vasta potencial de la tecnología. Teniendo en cuenta que la Nueva Agenda Urbana de Hábitat III apenas menciona las ciudades inteligentes, la ubicuidad del término en el Foro Urbano Mundial 9 merece cierta contemplación.
Las ciudades inteligentes han aparecido abruptamente en la agenda por una combinación de razones. Primero, los pontificadores urbanos del mundo, un grupo de moda, necesitan un concepto llamativo para incorporar la solución de implementación de la Nueva Agenda Urbana. En segundo lugar, en su ambigüedad, el concepto de ciudades inteligentes se ha convertido en un lienzo en el que se salpican muchas agendas. Esta versatilidad hace que las ciudades inteligentes sean un marcador de posición conveniente para una visión normativa de 21st-centurismo urbano que una solución sustantiva que se puede implementar. Tercero, y quizás lo más importante, las ciudades inteligentes son donde fluye el gran dinero. Cisco Systems, Microsoft y Google, entre muchos otros jugadores corporativos, se están comprometiendo con las ciudades inteligentes, y pueden capturar una parte cada vez mayor del capital especulativo que se extiende por los mercados mundiales.
Las ciudades inteligentes son uno de los elementos clave de la Agenda 21 de la ONU. Todo será monitoreado con medidores inteligentes, electrodomésticos inteligentes y vigilancia constante. De eso se trata. Agenda 21 de la ONU.